Museo Egipcio
El Museo Egipcio de El Cairo es uno de los lugares más visitados de la ciudad, ya que alberga grandes tesoros en su interior. La historia del Antiguo Egipto es apasionante, las pirámides, las tumbas, los faraones y los templos hacen muy atractivo cada detalle. Aproveche los primeros días que estuve en El Cairo para visitarlo, y lo cierto es que, si eres amante de la cultura de este país debes visitarlo.
El museo está ubicado en un edificio impresionante de estilo neoclásico que fue construido a medida para albergar las diferentes colecciones que allí se aprecian, algo que no siempre es lo habitual. Se inauguró en el año 1902, desde entonces no ha dejado de crecer y de alojar cada vez más colecciones, lo que lo ha convertido en un punto de referencia a nivel mundial y en una parada obligatoria para los apasionados de Egipto y su cultura..
Aunque existen otros museos en el mundo, como el Louvre o el British Museum, en los cuales se puede apreciar una gran colección de elementos del Antiguo Egipto, nada es comparable a lo que guarda el Museo de El Cairo, que cuenta con aproximadamente 120 mil piezas.
Hay para todos los gustos, y al ser un amante de la escultura y los relieves más que de la pintura, hallé en el lugar una colección increíble. Hay numerosos objetos y áreas más destacadas que otras por lo que allí exponen, como por ejemplo las salas de Tutankamón, donde están los tesoros y su tumba. También está la sala de las momias, donde se pueden ver los restos momificados de importantes faraones por lo que es normal que quieras verlo.
Las obras imprescindibles
Aunque hay una gran variedad de obras, hay algunas que atraen más que otras al público, ya sea por su historia o por la trascendencia que han tenido en los medios a lo largo de los años. A continuación detallaremos aquellas por las que nosotros decidimos visitar este museo:
Estatuas de Amenhotep III y Tiyi
Las estatuas de Amenhotep III y Tiyi son inmensas, miden 36 metros de altura y se encuentran en el centro de la primera sala del museo dando la bienvenida a los turistas, algo que impresiona mucho. Lo curioso de ellas es que están acompañadas de unas estatuas más pequeñas que simbolizan a las hijas de la pareja.
Paleta de Narmer
La paleta de Narmer es una pequeña placa que a su vez es la obra más importante del museo, dado que sus relieves cuentan la etapa en la de la unificación de las regiones del Alto y Bajo Egipto a cargo del entonces el rey Narmer; este evento marcó el comienzo de la primera dinastía del Imperio Egipcio. Es importante que acudas al museo con un guía con conocimiento de ciertas cosas para que no te pierdas el encanto de muchas como esta.
En esta obra se aprecian una gran cantidad de ancestrales símbolos, como la mítica Vaca Celeste (en la parte superior), que está relacionada con la diosa Hathor, deidad del amor y las artes.
Estatua de Jasejemuy
Esta estatua de cuerpo entero (o lo que queda de ella, pues le falta la mitad de la cabeza) es la representación del faraón Jasejemuy, uno de los primeros gobernantes del Imperio Egipto Unificado. La mayoría de sus tumbas se encuentra en la orilla occidental del río Nilo.
Estatuas de Rahotep y su esposa Nofret
Estas esculturas son realmente curiosas. Se las denomina de bulto redondo y pertenecen a un matrimonio de la clase social más alta de la civilización egipcia. Con ellas se ha podido estudiar cómo vivían y qué estética tenían en aquella época los habitantes del país. Fue el arqueólogo Auguste Mariette, junto con su equipo, quien las descubrió en 1871 durante la exploración de una tumba al norte de Medium.
Estatua sedente del faraón Kefrén
La estatua sedente del faraón Kefrén está realizada a tamaño natural, plasmando así su grandeza. Kefrén perteneció a la dinastía IV y además de una escultura tiene una pirámide. La figura lo representa sentado en un trono en posición hierática, en la parte superior de su nunca podemos ver que lleva el símbolo del dios Horus, considerado el mesías de Egipto.
Tríada de Micerino
Se trata de una de las esculturas más importantes que se han descubierto sobre la civilización egipcia. Es una estatua de gran tamaño y está compuesta por tres personajes: en el centro, y de mayores dimensiones que los otros dos, está el faraón Micerino (que también cuenta con una pirámide), a su lado derecho lo acompaña la diosa Hathor (deidad del amor y de las artes) y a su izquierda vemos a la divinidad del nomo de Cinópolis.
Máscara funeraria de Tutankamón
La máscara funeraria de Tutankamón (el faraón adolescente) fue el principal motivo por el que acudí al museo muy entusiasmado (e indague más para saber qué otras curiosidades había allí). Todo el mundo conoce esta máscara (de las más buscadas dentro del museo) que inmortaliza al faraón en oro, vidrio y piedras semipreciosas. Es considerada una de las obras más importantes de la historia del arte. La pieza formaba parte de los cuantiosos tesoros que se encontraron en su tumba.
Como es lógico, existen muchas más obras, pero sería imposible que las nombrara todas. Estas fueron el motivo principal por el que decidí reservar una mañana completa de mi viaje para visitar el museo.
Entradas
Hay dos turnos, en los cuales el precio puede variar: en función de si se es adulto o de la sala que se desea visitar, habrá que pagar un precio u otro:
- Turno mañana:
Adultos: 160LE (9,4€)
Reducida: 80LE (4,7€)
Sala de las momias:
Adultos: 180LE (10,6€)
Estudiantes: 90LE (5,3€)
Fotografía: 50LE (2,9€)
- Turno tarde:
Adultos: 220LE (12,9€)
Reducida: 110LE (6,5€)
Sala de las momias:
Adultos: 225LE (13,2€)
Estudiantes: 115LE (6,8€)
Fotografía: 50LE (2,9€)
Mejor reservar la entrada con días de antelación para pasar directamente a lo que se desea ver y no correr riesgo, ya que es un museo muy transitado.
Horario
Dependerá del día: de lunes a miércoles, abre de 9:00 a 19:00 horas; de jueves a domingo, de 9:00 a 21:00 horas y viernes y sábados la jornada se reduce de 9:00 a 16:00 horas.