Menfis y Saqqara
Menfis y Saqqara son dos visitas que no debes perderte si vas a viajar a Egipto y es que se encuentran solo a 25 kilómetros de El Cairo. Por si no lo sabes, Saqqara fue la necrópolis más importante de Menfis durante la primera dinastía hasta la llegada de la época cristiana. Si quieres ver los primeros restos del origen de esta gran civilización es necesario acudir a esta visita, pues allí se encuentra la Pirámide De Zoser escalonada, considerada la primera del mundo y la estructura de piedra más antigua.
Cuando Menfis era la capital del país, lugar de residencia de los gobernantes, centro de las actividades culturales y comerciales alrededor del año 3100 antes de Cristo, Saqqara era la necrópolis de los faraones. Es como volver al origen de todos los tiempos, allí vi los restos de la antigua capital y las ruinas de la primera necrópolis. Es una visita que siempre recomiendo, pues en ambos lugares se ve la majestuosidad de los templos y las pirámides, y es que estuvieron en funcionamiento hasta la llegada de los griegos y los romanos en el siglo I después de Cristo, es decir más de 3000 años.
Esta visita la realicé después de la de las Pirámides de Giza, dado que cuando contratas el viaje a Egipto a través de agencia, el recorrido que realizas será ese porque es fácil enlazar ambas excursiones y su zona arqueológica abarca solo 9 kilómetros cuadrados.
Visita a Menfis y Saqqara en un día desde El Cairo
Estos puntos no quedan muy lejos de El Cairo y, aprovechando la ruta, suelen visitarse de manera conjunta con otros puntos de interés. Una vez que finalicé la visita de las Pirámides de Giza, mi tour me llevó en autobús hasta la ciudad de Menfis. Es muy común que esto lo hagan las agencias, aunque las personas que van por libre suelen contratar los servicios de un taxi (con precio cerrado) para que las lleve a ver otras cosas.
Uno de los puntos de interés que quería visitar era el museo donde se encuentra el famoso coloso de Ramsés II, una escultura gigantesca del faraón que formó parte del Templo de Ptah y que fue descubierta en 1820. Esta estaba acompañada de la Esfinge de Alabastro y fue encontrada a su lado. Para entrar al recinto tuve que abonar 40 libras, pero solo esos dos elementos merecieron la pena, aunque sea para dar una vuelta rápida.
Si vienes a Egipto debes calcular bien las rutas que va a hacer, porque hay muchos lugares que cierran a las 4 de la tarde, de modo que es posible quedarse sin poder visitarlos. Cuando salí del museo, fui a la necrópolis de Saqqara. La entrada cuesta unas 60 libras. Con esa suma visitamos todo el complejo y el Museo de Imhotep, donde hay momias y otras atracciones interesantes, aunque tampoco es necesario pasar allí mucho tiempo.
Qué ver
En la necrópolis puedes ver varias curiosidades que resultan asombrosas. En Egipto todo es muy curioso, dado que este tipo de monumentos se encuentran en medio del desierto y parece que salieran de la tierra, debido a su desgaste y a su aspecto arenoso. Entre los elementos que puedes visitar están los siguientes:
Primera parada: la pirámide escalonada de Zoser
Es la primera pirámide de la historia, y lo primero que llama la atención apenas se llega al complejo funerario. ¡Es enorme! Mide unos 60 metros de altura, 140 de longitud y 118 metros de ancho; además, hasta ahora es la más antigua de la humanidad. Fue construida por Imhotep, el primer arquitecto conocido de la historia, durante la dinastía III, alrededor del año 2630 antes de Cristo.
La pirámide de Zoser es una auténtica “escalera al cielo”. Sus escalones tenían la finalidad de hacer que el faraón ascendiera al cielo para reunirse con los dioses. Para ser la primera y la que dio paso a las de Giza, es muy compleja en su interior. Es un laberinto de seis pisos que cuenta con catorce entradas, donde solo una de ellas es falsa. El interior no puede visitarse porque está cerrado por reparaciones o por riesgo de colapso, una lástima.
Lo cierto es que si ya has visto las pirámides de Giza antes de ir a esta necrópolis, la sensación que te dará, o al menos lo que a mí me ocurrió, es que estas mastabas o pirámides están como a medio construir. Pero nada más lejos de la realidad, fueron pensadas así originalmente.
Las mastabas de Saqqara
Las mastabas y tumbas privadas de la nobleza son un lugar increíble, de los que más me han gustado del complejo funerario. Es bueno tener en cuenta que aunque no esté incluido previamente en la ruta que pensamos realizar, siempre es posible contratar excursiones independientes.
La aristocracia egipcia buscaba un lugar donde descansar toda la eternidad junto a los faraones, y como resultado nacieron las mastabas, como es el caso de Ankhmahor. Las que pude entrar a visitar son, según dijeron las más bellas, y fueron las mastabas de la V y VI Dinastía. Hay muchas pinturas que están repletas de dioses y demás escenas mágicas, y es que para los egipcios, esas pinturas se harían realidad en la vida que el difunto llevara en el Más Allá.
“La luz que penetraba a través de los orificios de ventilación confería al espacio un toque mágico e irreal que nos transportaba, como espectadores únicos, a miles de años atrás en el tiempo y en la historia…”
Pirámide de Unas
Es la más pequeña de Saqqara, está abierta al público desde hace poco y poder visitarla ha sido una de las mejores experiencias. A diferencia de otras pirámides de Giza, entrar allí es gratuito. Aunque el exterior no llame especialmente la atención, conviene entrar. Quien aproveche la oportunidad no se va a arrepentir.
Hay allí textos legendarios, son los escritos religiosos más antiguos del mundo. A través de ellos es posible conocer los rituales, las ceremonias religiosas y fórmulas mágicas para superar el camino del faraón hacia el Más Allá. Son 228 declaraciones distribuidas por todas las salas, pero especialmente están en la cámara funeraria. Para visitarla es necesario llegar antes de las 12:00.
Pirámide de Titi
Aquí también es posible descender y ver el interior de la pirámide, donde se encuentran los jeroglíficos y el sarcófago del faraón Titi, nombre algo gracioso, al menos para mí. ¡Aviso! No son espacios para claustrofóbicos, por lo que si sueles sentirte agobiado en espacios pequeños no intentes bajar, quédate fuera explorando la zona que aporta grandes elementos sin necesidad de tener que hundirte en la tierra.
Los yacimientos más importantes
Otros yacimientos que pueden verse son las tumbas de Idut y Ti, la de la Tumba de el médico, que era Ankhmahor, o la tumba de Mereruka. Aunque son populares, no son tan llamativas como las anteriormente mencionadas y la información que puedes encontrar es menor.
Visitar el Serapeum, la necrópolis subterránea, es siempre una oportunidad, pues allí es donde se enterraron los sagrados toros Apis. Estos toros fueron adorados como la encarnación de Ptah, el dios creador. Los enterramientos implican un enorme y fastuoso ritual. La necrópolis (Serapeum) está excavada a doce metros de profundidad y consiste en tres pasajes en los que hay sarcófagos de basalto, granito, rosado o piedra caliza.
Aun así, ya que se está en la zona, aconsejo pasar a verla y disfrutar de este modo de todo el complejo en su esplendor. Estos yacimientos puedes recorrerlos con un guía que hable español, si tienes tiempo hazlo de esta manera así te sentirás más integrado en el lugar y conocerás la zona más en profundidad.
Cómo llegar
Dependerá de la ruta que se esté realizando, pero tanto a Menfis como a Saqqara se puede llegar en autobús, coche o taxi. Es probable que quien vaya en grupo lo haga en autobús; por el contrario, si la ruta te la estás gestionando por cuenta propia puedes encargar un taxi, siempre estableciendo un precio previo, para ahorrarte muchos quebraderos de cabeza, y él te llevar allá donde necesites.
Como está relativamente cerca de las Grandes Pirámides de Giza, puedes hacer una ruta compartida y “matar dos pájaros de un tiro” yendo a ambos lugares en el mismo día. Hay que prestar mucha atención a los horarios de apertura y al guía que te acompañará, dado que él es imprescindible para sumergirte más en el lugar y no aburrirte de mirar piedras y jeroglíficos que jamás entenderás.
Como ves no es difícil acceder a estos lugares, solo es necesario elegir el día adecuado (uno en el que se vaya a estar en El Cairo), tener en cuenta que el desierto es un lugar inhóspito y prepararse para ello: llevar agua, protector solar, ropa adecuada y algún tentempié para pasar bien el día y conservar la salud sin sufrir desmayos o insolaciones. Aunque si se va con guías, ellos se encargan de recordarnos todo lo que necesitaremos para hacer la excursión.