Mezquita de Alabastro
Aunque es conocida como la Mezquita de Alabastro por el material que recubre tanto su interior como su exterior, su nombre original es Mezquita de Muhammad Ali. Fue él quien mandó construir el edificio en 1830 en memoria de su hijo que había fallecido años antes. Se termina en el año 1857 y su estilo es otomano, lo que significa que tiene una planta rectangular cubierta de una gran cúpula central y varias semicúpulas enmarcadas por dos delicados alminares.
Visita a la mezquita y su historia
Si vas a visitar la mezquita te sorprenderá con la reconfortante quietud que se respira en su interior, quietud que contrasta con el caos de la capital egipcia. Allí reposan los restos del famoso personaje Muhammad Ali, cuyo gobierno participó en la modernización del país.
Visitarla es un verdadero placer. Entrar a la inmensa sala de oración que está impecablemente decorada con mosaicos e incrustaciones de piedras preciosas es una experiencia maravillosa. Las alfombras amortiguan el tranquilo paseo de los visitantes y contribuyen a que la atmósfera de paz se mantenga.
Posee una iluminación interior preciosa que hipnotiza. Me quedé prendado de cómo está colocado cada elemento, en total equilibrio y armonía. El patio es muy llamativo; allí puede verse el reloj que entregó Luis Felipe de Francia a cambio del obelisco del Templo de Lúxor que se encuentra ahora en la Plaza de la Concordia de París. Cuentan, aunque no se sabe si es leyenda o realidad, que paradójicamente el reloj nunca llegó a dar la hora, por lo que se trataría de un mero detalle decorativo.
Los minaretes del exterior del monumento resplandecen en la noche y parecen faros a lo lejos. Si quieres verlos bastará con acercarte al lugar al anochecer o buscar una zona desde la cual observarlos; no será difícil encontrar, debido al lugar en el que se está la Mezquita de Alabastro, hay muchas zonas desde la que se aprecia.
Localización
Se encuentra en la zona interior de la Ciudadela de Saladino, que fue construida sobre un promontorio de El Cairo por Saladino, un sultán egipcio, en la Edad Media, con el objetivo de proteger a la ciudad de los ataques de los cruzados.
La ubicación exacta de la Mezquita es excepcional,: por estar elevada, es posible verla desde cualquier punto de El Cairo Antiguo, y a la vez ella misma proporciona a aquellos que la visitan excepcionales vistas de la ciudad.